28 julio, 2012

Nevermind

Adele - Someone like you

I heard that you're settled down  //  That you found a girl and you're married now  //  I heard that your dreams came true  //  Guess she gave you things I didn’t give to you  //  Old friend, why are you so shy?  //  It ain’t like you to hold back or hide from the lie

I hate to turn up out of the blue uninvited,  //  But I couldn’t stay away, I couldn’t fight it  // 
I hoped you’d see my face and that you’d be reminded,  //  That for me, it isn’t over

Nevermind, I’ll find someone like you  //  I wish nothing but the best for you too  //  Don’t forget me, I begged, I remember you said:  //  “Sometimes it lasts in love but sometimes it hurts instead”  //  Sometimes it lasts in love but sometimes it hurts instead, yeah

You’d know how the time flies  //  Only yesterday was the time of our lives  //  We were born and raised in a summery haze  //  Bound by the surprise of our glory days

I hate to turn up out of the blue uninvited,  //  But I couldn’t stay away, I couldn’t fight it  // 
I hoped you’d see my face and that you’d be reminded,  //  That for me, it isn’t over yet

Nevermind, I’ll find someone like you  //  I wish nothing but the best for you too  //  Don’t forget me, I begged, I remember you said:  //  “Sometimes it lasts in love but sometimes it hurts instead”

Nothing compares, no worries or cares  //  Regrets and mistakes they’re memories made  // 
Who would have known how bittersweet this would taste?

Nevermind, I’ll find someone like you  //  I wish nothing but the best for you too  //  Don’t forget me, I begged, I remembered you said:  //  “Sometimes it lasts in love but sometimes it hurts instead” 


Adele + Dan Wilson

26 julio, 2012

Lo bello y lo lindo

 Leonor Manso (foto: Marcelo Omar Gómez)

Denise Tempone -Siempre hablás de la importancia de la belleza. ¿Sos capaz de encontrar belleza en la oscuridad?

Leonor Manso -Sí, porque yo aprendí que la oscuridad, paradójicamente, te da claridad para ver ciertas cosas. Es el no ver esas partes ocultas de uno mismo lo que representa una verdadera oscuridad, una ceguera. El arte saca lo que está escondido y te lo muestra. Nosotros tendemos a escapar de lo oscuro pero los grandes artistas, de todas las épocas, desde los griegos con Edipo, han sido capaces de entender esto: lo valioso de iluminar las zonas que no se ven. Lo humano, lo profundo, eso es lo bello. Lo bello y lo lindo son cosas muy diferentes.

Denise Tempone -¿Cuál es la diferencia entre lo bello y lo lindo?

Leonor Manso -Lo lindo es lo lindo, lo superficial, lo halagador. La belleza de la que hablo también está en el dolor, en el sufrimiento por esta cualidad reveladora que tiene. Si no fuera así no existirían tantas obras que no son especialmente lindas, pero que son increíblemente bellas, en todas las ramas del arte. Mucha gente va descubriendo que cuanto más humana se revela una persona, más bella es. La lindura que hoy tenemos en la televisón es una especie de belleza ejercida con violencia, que es otra cosa.

Denise Tempone  -¿Cómo llegaste en tu vida a formar esta percepción?

Leonor Manso -Bueno, no es que mi familia me lo haya explicado, por supuesto. Lo aprendí a través de mi vida y mis dolores. Tal vez es por mi sensibilidad. Puede parecer absurdo pero cuando yo veo esa belleza, soy feliz. Cuando algo te llega al corazón, eso es bello y vos te ponés bello porque recuperás humanidad. Pero hay gente que no se quiere meter en eso, que prefiere seguir en piloto automático, que queda escindida. Es muy común por estos días no saber apreciar esta dimensión, por eso tantas drogas, tantas pastillas.

24 julio, 2012

Un profundo deseo de dormir

 Diego Prado (Al Cielo, 2012)

Dormir

¡Yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir!... ¿Sabes?: el sueño
es un estado de divinidad.
El que duerme es un dios... Yo lo que tengo,
amigo, es gran deseo de dormir.

El sueño es en la vida el solo mundo
nuestro, pues la vigilia nos sumerge
en la ilusión común, en el océano
de la llamada «Realidad». Despiertos
vemos todos lo mismo:
vemos la tierra, el agua, el aire, el fuego,
las criaturas efímeras... Dormidos
cada uno está en su mundo,
en su exclusivo mundo:
hermético, cerrado a ajenos ojos,
a ajenas almas; cada mente hila
su propio ensueño (o su verdad: ¡quién sabe!)

Ni el ser más adorado
puede entrar con nosotros por la puerta
de nuestro sueño. Ni la esposa misma
que comparte tu lecho
y te oye dialogar con los fantasmas
que surcan por tu espíritu
mientras duermes, podría,
aun cuando lo ansiara,
traspasar los umbrales de ese mundo,
de tu mundo mirífico de sombras.
¡Oh, bienaventurados los que duermen!
Para ellos se extingue cada noche,
con todo su dolor el universo
que diariamente crea nuestro espíritu.
Al apagar su luz se apaga el cosmos.

El castigo mayor es la vigilia:
el insomnio es destierro
del mejor paraíso...

Nadie, ni el más feliz, restar querría
horas al sueño para ser dichoso.
Ni la mujer amada
vale lo que un dormir manso y sereno
en los brazos de Aquel que nos sugiere
santas inspiraciones. ..
«El día es de los hombres; mas la noche,
de los dioses», decían los antiguos.

No turbes, pues, mi paz con tus discursos,
amigo: mucho sabes;
pero mi sueño sabe más...  ¡Aléjate!
No quiero gloria ni heredad ninguna:
yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir...

Amado Nervo

20 julio, 2012

Fetiche

Ida Kar - Royston Ellis (1960)

El Newman llegó hace ya casi una semana y ahora co­mienzo a recuperarme de la impresión. Lo tengo junto a mí todo el día, en mi mesa de trabajo, y de vez en cuando paro de escribir a máquina y alargo la mano para tocarlo. No porque sea una primera edición, sino porque jamás he visto un libro tan bello. Saberme su propietaria me inspira un vago sentimiento de culpabilidad. Un libro así, con reluciente en­cuadernación en piel, sus estampaciones en oro y su hermosa tipografía debería estar en la biblioteca revestida de madera de una casa solariega en la campiña inglesa, y está pidiendo ser leído junto a la chimenea por un caballero sentado en una butaca de cuero..., no en el desvencijado diván de un mez­quino estudio de un edificio de ladrillo oscuro cuya fachada se cae a pedazos. 

Helene Hanff
84, Charing Cross Road

17 julio, 2012

Corazón en terapia

Lucía (Norma Aleandro) y Guillermo (Diego Peretti)
(En Terapia - Temp.1 Cap.45)

Guillermo: [a Lucía] A lo mejor ese era mi último amor, y renuncié a él. No sé... podría haberme animado esta vez, creo yo, a navegar en algo más intenso... no sé... embarcarme en algo que valga la pena, a mar abierto, y me quedé... Volví a elegir los barquitos de la biblioteca... ah, estoy perdido...



07 julio, 2012

Weekend

Glen (Chris New) y Russell (Tom Cullen)
Weekend  (Andrew Haigh, 2011)

Glen: Me gustan tus cosas
Russell: Gracias
Glen: Parece como si hubieras arrasado con una tienda de cosas usadas
Russell: Si. Odio las cosas nuevas, ¿viste? ... ¿Qué estás escribiendo?
Glen: [armando palabras con los imanes de la heladera] Nada
Russell: Como esta taza por ejemplo. Probablemente haya pertenecido a alguna adorable viejita con bigotes
Glen: Mmm
Russell: Ella la compró y era su objeto preferido en todo el mundo… y entonces se murió y pasó a sus nietos. Ellos la odiaban, la vendieron y se compraron una Xbox o una Wii o algún ropero compacto de Ikea
Glen: Mmmm
Russell: Y ahora la tengo yo y me gusta
Glen: Es una taza muy costosa
Russell: ¿A qué te referís?
Glen: Para que hayan podido comprar un Wii... o una Xbox...
Russell: Ni siquiera sé bien qué son esas cosas


04 julio, 2012

Un dato estadístico

 Carmen Gloria Searle  -  Multitud


Hace cincuenta años no eran así, se dice, obstinado y severo. Esta es una especie nueva. El hombre-masa. Hace cincuenta años en Europa todos eran tontos o listos, buenos o malos, ricos o pobres según las pautas de su propia vida individual. Pero desde entonces algo ha cambiado. Gracias a los beneficios del alcantarillado, de la profilaxis y otros nobles inventos, según ha ido aumentando la población, las personas han ido renunciando a su personalidad. Las ciudades han crecido como monstruos de cemento apocalípticos, los que tiene delante, ya no son individuos, sino simples datos estadísticos. Ni siquiera ellos mismos consideran su vida y su muerte como propias. Rilke aún decía: Man muss seinen eigenen Tod haben… 

Sandor Marai
La gaviota