26 enero, 2017

Hermanos de sangre

Jules Aarons -  Boston

Ahora me parece que Fanshawe siempre estuvo allí. El es el lugar donde todo empieza para mí, y sin él apenas sabría quién soy. Nos conocimos antes de que supiéramos hablar, bebés con pañales gateando por la hierba, y antes de cumplir los siete años ya nos habíamos pinchado los dedos con un alfiler y nos habíamos hecho hermanos de sangre para toda la vida. Siempre que pienso en mi infancia ahora, veo a Fanshawe. El era quien estaba conmigo, quien compartía mis pensamientos, a quien veía cada vez que apartaba la vista de mí mismo.
Pero eso fue hace mucho tiempo. Crecimos, nos fuimos a distintos sitios, nos distanciamos. Nada de eso es muy extraño, creo yo. La vida nos arrastra de muchas maneras que no podemos controlar y casi nada permanece con nosotros. Muere cuando nosotros morimos, y la muerte es algo que nos sucede todos los días.

Paul Auster
Trilogía de Nueva York

2 comentarios:

Bloggirl dijo...

Creo que realmente tu Don es encontrar estas frases tan ciertas, expresadas en palabras simples y que te rompan la cabeza. Me encanta.

Marxe dijo...

Gracias bloggirl. Son los párrafos que marco en los libros que leo. Y sí, creo que la verdad está en las pequeñas cosas.